0295: Amnesia.

Hoy es la segunda vez en menos de dos semanas que no duermo en paz debido a que sueño que no puedo acordarme de la clave para checar la asistencia en la chamba; porque han de saber que no hay tecnología en esta institución para ni madres que sea beneficioso, pero ¿que tal para estar chingando?, ahi si echan la casa por la ventana estos culones. Entonces checamos la entrada en una madre que te lee la huella digital, pero antes debes de poner tu código personal, ¿Que tal eh? como en pelicula pinchurrienta gringa de acción de bajo presupuesto.

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Total que paso la noche dando vueltas tratando de acordarme de la clave y dentro de mi sueño intento calmarme pendejamente pensando que no es real y se trata sólo de un sueño, el pedo es que cuando me despierto sigo sin acordarme de la mierda clave y comienzo a angustiarme.

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Mi última carta cuando me angustio por la pérdida de memoria es aquella que he denominado con el nombre de "Memoria táctil" (¿que tal?, soy la pistola) que consiste en un recurso que utilicé durante años cuando Ivonne sin decir agua va, anunciaba como siguiente rola en alguna tocada aquella que ya ni me acordaba como iba y como a Ivonne le valían dos kilos de ñonga si nos acordabamos o no pues no quedaba de otra mas que tocarla. Entonces mientras fluía la rola (y otras cositas en mis pantalones) y me hacia pendejo para tratar de acordarme del solo (que es lo que siempre se me olvidaba) intentaba dejarme llevar (ingue su madre, ya que) y dejar que mis dedos tocaran solitos a ver si ellos se acordaban y se acomodaban en el traste y cuerda que correspondía y la verdad es que casi nunca me fallaron.

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La misma técnica ha sido utilizada durante años para tratar de acordarme de los méndigos NIP's de las tarjetas de crédito y débito; como cada pinche tarjeta tiene uno diferente se me olvidan y cuando llego al cajero y meto la tarjeta me quedo con cara de pendejo tratando de acordarme cual era el número. Mis dedos mágicos resuelven el pedo.

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Pues bien, hoy llegué en la mañana intentando no preocuparme y tratando de confiar en que mis dedos se acordarían del numerito que hay que registrar antes de poner la cornea en la madre esa para checar. Ni madres!!, no se acordaron.

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Clama, calma... segundo intento y....madres!!! tampoco.

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Ya si no le atino en esta a ver que chingados invento - pensé, mientras el poli se cagaba de la risa -... tercer intento y... a huevo!! 0295...esa era la clave. No vuelvo a dudar de mis poderes táctiles que seguramente obtuve cuando me picó la cola una araña radiactiva o algo asi.

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Todavía celebrando la victoria busqué con celeridad llegar al cubículo para anotar en un post-it el puto número y guardarlo en la cartera para dejar descanzar a mi superpoder de memoria táctil, no debo abusar de mis increibles habilidades (si wey, no mames), cuando de pronto al buscar en las bolsas del pantalón ¿Que creen?

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PUTA MADRE!!!! se me olvidaron las pinches llaves del cubículo!!!!

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Me lleva la chingada, tuve que esperar llegar al perón para que abriera el cubo una hora después, con el miedo de que para cuando llegara no se me hubiera olvidado el pinche numerito otra vez, entonces lo repetía como pendejo mentalmente hasta que dieron las 8 de la mañana.

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Y....

mmmm....

¿en que estaba?....

mmm...no se, ya se me olvidó.

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Cerebro mugroso*.

Bytes.


* Homero Simpson.