En la enfermiza efervescencia de los juegos olímpicos que no permite dormir por las noches y debido a que es difícil festejar una victoria nacional no nos ha quedado a los mexicanos mas que celebrar las derrotas de los gringos. Y en ese tenor festejé como loco que les arrebataran las medallas de gimnasia por equipos; me regodeaba al ver a la gringita darse de madrazos y caer arrastrando a sus demas compañeras a la debacle. Fuí muy felíz al verlos perder algunas medallas en natación a manos de australianas y una extraña de Zimbabwe. Festejé cuando a un boxeador dizque México-Americano le dieron una madriza de antología; estuve doblemente complacido cuando las mexicanas ganaron la medalla de bronce en clavados sicronizados en plataforma mientras que las gringas quedaban fuera del podium en trampolín de 3 metros y lamenté amargamente que en el relevo 4x100 Phelps y los otros tres odiosos le arrebataran la medalla a los franceses.
Son, toda proporción guardada, como el América. Si nuestros equipo pierde y tiene actuaciones para olvidar, por lo menos nos alegramos cada fin de semana con ver que los del América también pierdan.
Y como no odiar a los gringos; arrogantes, presuntusos, sobrados, burlones, aspaventosos y ridículos. Basta con una que otra estampa para darle vuelo a la hilacha como ver a los micos del nombrado "Dream Team" oyendo música, picandose la cola y pendejeando con sus pinches jetotas arrogantes en las gradas del gimnasio viendo a sus similares del basquetbol femenil, no se rieron ni una sola vez; o Phelps negando entrevistas de la manera mas majadera porque según los de la tele "esta muy concentrado". Puras pendejadas para solapar el comportamiento despreciable de ese bonche de mamones.
Además, ¿cual es la gracia?. Es estúpido escuchar el himno de los gringos mientras en el podium se puede ver trerpado en la posición de primer lugar a un cabrón que parece todo menos gringo. Si se trata de gimnasia vemos a un tal wan chung kan pang sepa-la-madre con ojos de rendija concursando por los Estados Unidos con su entrenador rumano; Igualmente en futbol abundan los Pérez, López, Juárez, González y demás jugadores decididamente de origen latino. En natación uno que otro Van Der Algo de claro origen Holandés o de por ahí. En Water Polo dos que tres Alemanas, en Esgrima húngaros, en Pesas asiáticos, en Box chicanos, en Basquetbol monos, en carreras de fondo Kenianos, en ciclismo italianos, si hubiera alpinismo olímpico jalarían Sherpas, en fin, esos bueyes se piratean todo. Todo se chingan y eso para mí no tiene chiste.
No deberían ser la delegación estadounidense, así como en los partidos de futbol a beneficio deberían de llamarse la delegación "Resto del Mundo" y a lo mejor, solo a lo mejor dejaríamos de odiarlos.
Bytes.
miércoles, agosto 13, 2008
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2 comentarios:
No podría estar más de acuerdo contigo.
Yo también festejo exacerbadamente cuando alguien le arrebata una medalla a algún nacionalizado gringo.
Y mientras ellos no ganen, que gane el que sea, ya de perdis algún país de america del norte para abajo, porque Mexico está cañón.
Saludos.
Pues ya ni modo, todavía hoy apenas llegaba y le estaban dando madrina a un boxeador.
Que se le va a hacer nomas no hay medallas
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