jueves, julio 05, 2007

El reino que no tenía memoria.

Había una vez una vez en lugar que lo tenía todo, era privilegiado entre cualquier reino debido a sus riquezas naturales, su diversidad geográfica, su fabuloso clima y su extensión territorial; fue dotado con todas las bondades existentes por parte del creador a excepción de una sola restricción, "no se puede tener todo en la vida" y bajo esta premisa el creador decidió poner amnesia en las cabezas de cada uno de los habitantes del reino.

Las personas del paradisiaco lugar no eran malas, es solo que olvidaban con facilidad las cosas, así, los estudiantes que habían aprendido todas las cosas de memoria para presentar un examen, olvidaban todo una vez superada la prueba por lo que el encargado de la educación del reino decidió flexibilizar el sistema educativo para que los estudiantes no tuvieran que preocuparse por pasar, ultimadamente tarde o temprano iban a olvidar todo.

Las amas de casa olvidaban constantemente la valiosa información que recibían través de los emisarios que aparecían en la caja mágica por lo que inteligentemente el encargado del sistema de información del reino decidió repetir la información importante durante todo el día y todos los días para que no fuera olvidada y pensó que la información mas importante era la relacionada con la vida privada de los bufones, juglares y artistas del reino, esa información era de vital importancia para la estabilidad del reino.

Como se trataba de un reino sin un gran ejército debido a que su poderío militar estaba basado en armas antiguas prácticamente ornamentales que habían pertenecido a otros reinos mas poderosos muchos años antes, era un reino saqueado constantemente por pueblos conquistadores con los que el rey había negociado dejarlos tomar lo que quisieran con la condición de mantenerse como reino no conquistado a la vista de los demás reinos. De esta forma, la gente ya había olvidado también lo que era suyo y no ponía resistencia cuando le arrebataban el fruto de su trabajo. Lo bueno era que el desmemoriado reino olvidaba fácilmente lo que era muy conveniente para olvidar el dolor y las humillaciones causadas por reinos vecinos.

El rey, que tenía que ser sucedido cada 6 años por otro miembro de la realeza, también terminaba olvidando todo lo que le había prometido a sus simpatizantes del reino antes de volverse jerarca, de esta manera cuando llegaba al trono la amnesia se apoderaba de él y lo inutilizaba para recordar que existía gente necesitada en el reino. Esta maldición se presentaba perpétuamente cada que llegaba un sucesor al trono.

Los maleantes que llegaban a los calabozos del reino, capturados por algún delito y muchas de las veces in fraganti, olvidaban instantáneamente la infracción que cometían así como también los testigos del crimen olvidaban el delito cometido y por consecuencia no presentaban la denuncia. Finalmente la guardia del reino, el juez y el verdugo olvidaban la causa por la cual habían encerrado al criminal y terminaban dejándolo en libertad. El pueblo, que por cierto tampoco recordaba la razón por la que lo habían encerrado, no reclamaba se puesta en libertad.

Los miembros de la realeza y de la élite que tenía alguna imperiosa necesidad de hacer uso de las riquezas del reino para solventar alguna situación de emergencia para garantizar el bienestar del pueblo, claro está, ¿para que otra cosa podrían necesitarlo?, tomaban bienes, riquezas, joyas o cualquier cosa que estuviera a su alcance para dar remedio a la emergencia y lo hacían con la firme convicción de devolverlo en la primera oportunidad que pudieran solo que poco tiempo después olvidaban la deuda debido a la amnesia y nunca regresaban lo que habían tomado.

Los brujos y magos olvidaban su juramento "Merlincrático" que es como el juramento Hipocrático pero para brujos, lo que los llevaba a olvidar de igual manera la manera de diagnosticar las enfermedades que aquejaban a los habitantes del reino, como una medida desesperada el encargado de salud del reino decidió idear dos pócimas mágicas para los brujos del reino, una que curara cualquier inflamación a la que llamaron "Flanax-ranax" y otra que curara cualquier dolor y la llamaron "Paracetamolicus-makakicus", con esto, los brujos ya no tendrían que preocuparse por sus conocimientos ni tendrían que consultar hechizos en sus libros mágicos para curar a alguien, solo tenían que administrar una de las dos pócimas.

En los juegos que se realizaban para medir las capacidades físicas y las habilidades de los mejores atletas de cada reino, juegos que se realizaban cada cuatro años, al reino sin memoria siempre le iba muy mal, todo debido a su amnesia. Lo que sucedía es que cuando terminaban los juegos la gente se decepcionaba terriblemente y los altos mandos del reino junto con el rey para calmar la tristeza del pueblo engendraban un gran plan para preparar a sus atletas y darles todo el apoyo en un programa que durara los cuatro años siguientes para que en los próximos juegos tuvieran orgullosos representantes que pusieran en alto el nombre del reino, este plan era apoyado por todos en el momento pero al cabo de unos meses, la gente olvidaba la decepción y poco tiempo después también los altos mandos y el rey quienes al olvidar lo sucedido se ocupaban de otra cosa, total, ya a todos se les había olvidado hasta los próximo juegos.

Una de las mas importantes diversiones del reino si no es que la mas importante, era un pequeño juego heredado a través de sus raíces bárbaras en donde dos grupos de once lacayos pateaban una pelota hecha a base de cuero y rellenada de aire. El objetivo del juego era meter la pelota en un rectángulo formado por tres tubos y la superficie. Cada vez que se presentaba un juego de la representación del reino a la que apodaban "los duendecitos verdes" la gente dejaba de trabajar, el reino se paralizaba, la realeza se reunía a presenciarlo, todos estaban ocupados en el juego, no se podía hacer nada mas. Cuando el equipo del reino triunfaba, los lacayos que alguna vez fueron recolectores, mercaderes, cobradores de impuestos, agricultores o pastores; eran elevados a una condición casi divina; se codeaban con la realeza y todo el reino los vitoreaba. Debido a la amnesia que se apoderaba de todos, de igual manera el reino olvidaba con facilidad los logros pasados del equipo cuando perdían, llenando a los once lacayos de improperios, perjurios y condenaciones hasta que volvieran a ganar y la victoria borrara de la memoria del pueblo las decepciones anteriores.

Los antiguos, sabios y hombres de ciencia, grandes genios de la física y las matemáticas, gente privilegiada entre el reinado por su capacidad de recordar cosas relacionadas con conocimientos extraños, llevaban su maldición en otras áreas. Eran personas que olvidaban su aseo personal, las relaciones humanas, a sus familias, hasta comer y terminaban frustrados en alguna celda tratando de resolver problemas que no existían y entender cosas que a nadie le importaban. Eran olvidados e ignorados por el reino. El rey daba unas monedas mensuales para su manutención y para acallar su radicalismo, ideas extrañas y sus delirios de locura.
Era un reino muy devoto al Dios en el que creían o por lo menos eso pretendían, el problema es que la amnesia los hacia olvidarse de sus creencias y solamente se acordaban de su Dios cuando necesitaban algo de él, cuando las cosas iban mal o para quejarse de su infortunio pero lo olvidaban rápidamente cuando las cosas iban mejor.

El reino poco a poco fue destruido desde dentro, no tuvo necesidad de ser conquistado para desaparecer, la propia gente a consecuencia de su amnesia empezó a olvidar sus raíces, sus creencias, olvidaron también quienes eran, perdieron personalidad, olvidaron como pensar al igual que olvidaron como subsistir y finalmente desaparecieron misteriosamente sin dejar rastro.

Bytes.

1 comentario:

Dr.Marbolius Kempka dijo...

Sólo faltó decir una cosa:
"todo vuelve a empezar de nuevo, en otro lado, con otra gente, pero siempre el mimso reino, no?"