Hoy es un buen día.

Hoy me levanté con mucho ánimo, tanto que hasta me vestí como gente decente y no como normalmente suelo ir a chambear.

No importó la desvelada ni la desmañanada, ni que se me haya cerrado un puto taxista gandalla porque inmediatamente después de su fechoría se hizo mierda contra un micro. Sí, hasta eso, la justicia divina apareció inmediatamente mientras yo pasaba junto al jumento (taxista) cagándome verdaderamente de la risa.

Cruz Azul jugó como no lo había visto jugar en años pasándole por encima a un apendejado e incrédulo Toluca poco antes de ver perder al pinche América lo cual llenaba de ánimo la tarde que fué redondeada por el Pachuca que le ganó al mierda Galaxy en lo que parecía uno de esos regresos de película a los que tienen muy acostumbrados los pinches gringos que parecen tener pacto con el diablo. 1:30 de la madrugada quedó redondeado el día cuando el mas mamón de todos, Langdon Doverman, tuvo la oportunidad de convertirse en héroe y tuvo a bien cagarla fallando el penalty del gane para dos minutos después quedar batido en dicha cagadota como recién nacido cuando Pachuca se abrochó al Galaxy con el plus de ver al putito de Beckham lastimarse después de querer hacerse el macho en un balón divido, fue como ver a una bailarina de ballet con su tutú rosa chocar de frente contra un cavernícola...que gusto!!

El carpintero dice que ya vamos a estrenar closet por fin, así que ya no voy a tener el cerro de playeras negras decorando el paisaje de la habitación.

Hoy es quincena y ya no voy a andar sin un peso en la bolsa (por un rato, claro).

Mis 18 alumnos que mandé a extraordinario siguen bien tronados y con los ojos salidos...amo los finales de cuatrimestre!!

Y finalmente, al ultra-asérrimo-huevón del Dr. Chavelius, mi asesor de tesis, le va a dar un chorro encabronado como de tres días al rato que lo vaya a ver para decirle que tiene que revisarme un chingo de cosas para terminar la tesis además de que va a pasar un buen rato aplastado leyendo todas las pendejadas que escribí, chíngale cabrón.

No importa que el Ing. Picapiedra ponga a Kenny G toda la mañana, ni que los alumnos me vean feo, ni que el jefe traiga una jetota de dos metros de largo. Como dije, todo parece indicar que "hoy es un buen día".

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